El Reino Estupidamente Lejano



Teddy Dad

Recuerdo ese pequeño oso, parecia de gamusa, si se mojaba podria caerse su piel afelpada.
Sus ojos eran negros, dos simples puntos.
Un moño color rojo; sencillo.
En ese entonces era mas grande que la mitad de mi palma, ahora era simplemente una figurita que era casi del tamaño de mi pulgar.
Me lo habia regalado un soldado sin armadura, un rey sin corona, un leon sin dominio.
Un simple individuo que alegraba mis mañanas; como aquella vez, esperar a mi madre en la escuela; él llego sin avisar.
Tan simple y sencillo.
Fui la niña mas feliz del mundo ese dia.
Una simple visita sorpresa.
Segui esperando a mi madre,eaperando que se pasara por aqui.
Sentados en la banca, tan solitarios y tan acompañados.
Fuimos al parque que estaba enseguida de esa banca; tan solo una separacion inecesaria.
Me subi a los columpios, él me empujaba.
Ese momento era jodidamente perfecto.
Mi madre llego, furica, enfadada, por que para ella, aquel individuo se habia vuelto un completo extraño.
Nisiquiera le dirigio la palabra y ma llevo.
Aun recuerdo cuando me trepaba a su pierna cpmo un koala, las pocas veces que me llevo en su espalda.
Sus abrazos de oso; como el osito de gamusa; suave y resistente, pero fragil a mis lagrimas.
Recuerdo sus lentes, ese reflejo amarillento y como su barba me hacia cosquillas.
Adoraba su bigote que siempre se dejaba porque le decia que se veia bonito.
Pequeños detalles que me hacian sentir ternura de su parte.
Aun siento su piel recien afeitada.
Sus ojoa tan dulces cuando me miraban.
Las noches que se quedaba a mi lado porque tenia miedo.
Aquella vez que me dejo cocinar con él.
Aquella vez que me presto su reloj con lucesitas y termine descomppniendolo.
A él no le importo.
La vez que me cai y me raspe la rodilla. Me curo.
Ahora que me doy cuenta; él me enseño mas de la vida y su valor que mi madre, para ella solo existia el valor de la buena vida basada en el dinero.
Quien me enseña la vida, se despide de ella.
Quien me desea la muerte una y otra vez se mantiene viva por dentro mientras me pudro por dentro.
El soldado que perdio su guerra con valentia y honor.
El rey que peleo por un legado y dejo a su princesa a merced de las fauces de un dragon vestio de terciopelo.
Un legado sigue vivo junto con el rugir de aquel leon.
Aun resuena en la sabana.
Aun resuena en mi mente.
Veo sus lentes y puedo sentir su mirada.
Regresa pequeño soldado.
Regresa con tu legado y rescata a tu princesa.
Regresa con tu rugir impartiendo terror a quien se atreva a destruir tu dominio y tus enseñanzas.
Regrñesa y duerme conmigo en la temible oscuridad.
Regresa para volver a cocinar.
Prometo no volver a descomponer tu reloj.
Saname estas heridas.
Aun me duelen.