El Reino Estupidamente Lejano



Jugando Ajedrez


Ya déjame en paz; no me convenza el llorar.

No tengo nada que ver.

Seré un peón o un simple alfil; quizá la torre, pero ya no estoy en tu juego.

Soy una pieza que ya no pertenece a tu tablero.

Es demasiado doloroso pensar que solo estaba en ese piso blanco y negro para proteger a un rey inútil.

A ti y a tu reina; ella que hace mas que cualquier pieza.

Tiene una pieza menos en el tablero.

¿Qué harás?

No te preocupes; aun puedes ganar, pero no con mi ayuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario