El Reino Estupidamente Lejano



Accidente

Las miradas indiferentes mirando mi cuerpo descuartizado en el pavimento, los rostros que no mostraban nada, era un rostro sin rostro, mi sangre corriendo entre las suelas de zapatos de desconocidos, mis sesos esparcidos en el frio pavimento, una escena tan gore, que tan solo pensar que eso era real, me daba nauseas, escalofríos, pero a la vez un tanto de resignación. Pasaban personas, lo recordaba bien, como en aquel momento, escuchaba ambulancias, grúas, y un sinfín de automóviles de rescate y atención médica, era la pesadilla que jamás quise tener, era un momento en mi muerte que jamás olvidare, podía sentir el frio de aquella noche viviendo en mi piel de nuevo, el olor a sangre mezclada con gasolina esparcidos en el pavimento, las sirenas chillonas retumbando en mi cabeza. Cada segundo que pasaba por algún lado, sin sentir el suelo, cada momento en el que respiraba el elido aliento de la niebla nocturna, cada momento me recordaba el momento en que había muerto, presenciándolo una y otra vez, hasta el fin de los días que conté una vez.

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