El Reino Estupidamente Lejano



El día antes de que todo existiera

28/Septiembre/11



Antes, antes de todo, antes de que todo existiera, se dice, había nada, pero, ¿Qué es nada?, eso es lo que mi padre hizo toda su vida, pensar en una respuesta correcta a esa pregunta. Mi padre, él era un gusano, un gusano pensante, como yo, gusanos que pensamos, no como esos que se la viven retorciéndose bajo la tierra, esos, que me dan lastima.

En fin, mi padre dedico su vida a eso, ayer murió, no por accidente, no fue alimento para aves, solamente, se desvaneció. Como polvo, así se desvaneció, lo más curioso es que en su lugar apareció un peculiar abanico de mano, pensé que era algo significativo, por eso estuve toda la tarde de ayer con el abanico entre mis manos, y entonces, casi me da un infarto, me di cuenta de que algo verdaderamente increíble, algo imposible, pues ¡Tenia manos!, y los gusanos ¡No tenemos manos!, pero entonces, antes de que me pudiera infartar, el abanico comenzó a llenarse de un estampado de extrañas figuras que poco a poco formaban un rostro con alegre expresión. Enseguida hablo y dijo: “A cambio de una vida, se otorga una habilidad de la que carezca el elegido y una entrada al evento de “LA NADA”, por favor agite el abanico ahora”.


Aunque no podía asimilar nada, accedí, y en cuanto agite el abanico de mano, aparecí en un cuarto totalmente blanco, y ahí se encontraban ya varios personajes de diversas especies, una joven araña, un pez, un pequeño delfín, y el más extraño aparte de mí, un gusano pensante con manos, era una mini-montaña ¡Con piernas!, y justo cuando creí que no podía ser más raro, frente a nosotros se presentó un reloj de arena parlante.

-Bienvenidos sean participantes, este evento único en este milenio, ustedes lucharan a muerte para ganar el privilegio de reiniciar su mundo y regir en este como líderes supremos, así como podrán saber la verdad de “La nada”, lo que había antes del comienzo de todo- dijo el reloj de arena haciendo ir arriba y abajo su arena.

Lo que dijo me intereso mucho, pues tendría la respuesta que mi padre busco toda su vida, en ese momento me emocione.

-El primer enfrentamiento- nos avisó aquel reloj- todos estarán involucrados, y las únicas reglas son: Encontrar el papalote del trueno en el mapa de la selva, usaran armas de fuego y deberán eliminar 3 participantes.

El cuarto blanco comenzó a cambiar, aparecían árboles, lianas, ríos, se iba transformando en una selva como dijo el reloj, sonó una chicharra, ya no podía ver a nadie cerca de mí, di por entendido que comenzaba todo, tome un arma que se encontraba en el suelo, me deslice hacia el centro, había un lindo rio y supuse que estaría bajo el agua, en ese momento, frente a mí, frente a mis ojos, a un centímetro de mis ojos vi pasar 2 balas, casi sentí que rosaban las puntas de mis pestañas, las balas se incrustaron en un árbol detrás de mí, voltee rápidamente, era el pez, si me baso en lo que me enseño mi padre sobre las distintas armas de fuego, el pez tenía una escopeta, me arrastre rápidamente a lo profundo de la selva, y encontré una arma igual a la que ya tenía, la tome, observe al pez, y comencé a disparar con ambas armas, el me disparaba con su escopeta era lento, yo muy rápido, disparaba el triple de rápido pero no acertaba ninguna, era una tremenda lluvia de disparos y de repente, atrás de mí, sentí algo, un disparo, un piquete quizá, voltee lentamente y era la araña incrustando sus tenazas en mi cuerpo, solo sentía su liquido venenoso entrando en mí, el pez aprovecho la oportunidad y me disparo con su escopeta, solo sentí un enorme golpe, el veneno me había entumido, perdí, que decepción no podría saber la respuesta que mi padre siempre deseo conocer, que deprimente.

-Felicidades, pasaste a la segunda etapa, el pez fue eliminado segundos antes que tú, así que por ultimo jugaras la siguiente ronda, una carrera, contra la araña, hasta la sección de precaución a 1kilometro de aquí, deben beber el vino que cae de la hoja en la copa triangular, en esta ocasión no les daré armas-dijo el reloj de arena, yo me sorprendí, por poco perdía.

Comenzó la carrera, muy reñida pues ambos somos veloces, esquivando trampas de flechas redes, jaulas sorpresa, yo intentaba descontrolar la araña lanzando piedras pero aun así era difícil, llegue a la zona de precaución enseguida llego la araña, vimos la hoja que derramaba vino, ella intento picarme de nuevo, escape, encontré una estaca – lo que me pareció extraño – se la lance a la araña, acerté en su cuerpo, la mate, me sentí mal, pero yo debía ganar, tome la hoja, debajo encontré la copa, y extrañamente de le hoja broto un vino que cayó en la copa, lo bebí, y ante mis ojos vi todo lo que paso en el mundo durante todo el tiempo, siglo XV, siglo X, siglo V, siglo I, año 10, año 4, 3, 2, 1, y enseguida, la nada… al fin pude ver que había antes de todo, era increíble, había absolutamente nada, no era una pantalla negra como siempre la imaginamos, un una blanca, solo había, nada, no sé cómo describirlo, solo era, nada.

Escrito por Ponchu

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